La Cofradía Sagrada Cena de Málaga: una tradición llena de devoción
La Cofradía Sagrada Cena de Málaga es una de las hermandades más antiguas y emblemáticas de la Semana Santa malagueña. Fundada en el siglo XVIII, esta cofradía se caracteriza por su fervorosa devoción y su imponente procesión, que recorre las calles de la ciudad cada Jueves Santo.
La Sagrada Cena representa el momento en que Jesús celebró la Última Cena con sus discípulos, y la hermandad se encarga de recrear este importante acontecimiento religioso a través de una impresionante procesión, en la que participan numerosos nazarenos y costaleros.
Cofradía Sagrada Cena de Málaga: tradición y devoción
La Cofradía Sagrada Cena de Málaga es una de las hermandades más emblemáticas y antiguas de la Semana Santa malagueña. Su origen se remonta al siglo XVI, siendo fundada en el año 1569 por el gremio de los plateros de la ciudad. Desde entonces, ha mantenido una profunda tradición y devoción en la ciudad de Málaga.
La Cofradía Sagrada Cena tiene como imagen titular al Cristo de la Sagrada Cena, una obra maestra del escultor malagueño Pedro de Mena. Esta imagen representa el momento en que Jesús celebra la última cena con sus discípulos, antes de su crucifixión. Es una escultura de gran realismo y detalle, que transmite la serenidad y el sacrificio de Jesús en ese momento crucial de la historia cristiana.
La procesión de la Cofradía Sagrada Cena tiene lugar el Jueves Santo, y recorre las calles del centro histórico de Málaga. Es una de las procesiones más esperadas y concurridas de la Semana Santa malagueña, ya que cuenta con una gran devoción popular.
El desfile procesional está compuesto por nazarenos vestidos con túnicas moradas y capirotes, que portan velas encendidas y acompañan al paso del Cristo de la Sagrada Cena. Además, la hermandad cuenta con una banda de música que interpreta marchas procesionales durante el recorrido, creando una atmósfera de fervor y solemnidad.
Uno de los momentos más emotivos de la procesión es cuando el paso del Cristo de la Sagrada Cena se detiene frente a la iglesia de San Juan, donde se ubica la sede de la hermandad. En ese momento, los nazarenos realizan una estación de penitencia, rezando y realizando una reverencia en señal de respeto y adoración al Cristo.
La Cofradía Sagrada Cena también cuenta con otras imágenes secundarias en su desfile procesional, como la imagen de San Juan Evangelista y la Virgen de la Paz. Estas imágenes representan a los personajes bíblicos que estuvieron presentes en la última cena de Jesús, y son veneradas por los fieles durante la Semana Santa.
Además de la procesión del Jueves Santo, la Cofradía Sagrada Cena realiza otras actividades y cultos a lo largo del año. Destaca la celebración de la Misa de la Última Cena, que tiene lugar en la iglesia de San Juan el Jueves Santo por la mañana. En esta misa, se conmemora el momento en que Jesús instituyó la Eucaristía y lavó los pies de sus discípulos.
La Cofradía Sagrada Cena también realiza acciones de caridad y ayuda a los más necesitados, como la entrega de alimentos y la colaboración con entidades benéficas. De esta manera, la hermandad no solo se dedica a mantener viva la tradición y la devoción en Málaga, sino que también realiza una labor social y solidaria en la comunidad.
La Cofradía Sagrada Cena de Málaga: una tradición llena de devoción
La Cofradía Sagrada Cena de Málaga es una de las hermandades más antiguas y emblemáticas de la Semana Santa malagueña. Con una historia que se remonta al siglo XV, esta cofradía ha sido un símbolo de fe y devoción en la ciudad.
La procesión de la Cofradía Sagrada Cena, que tiene lugar el Jueves Santo, es un espectáculo impresionante que atrae a miles de fieles y turistas cada año. Los nazarenos, vestidos con túnicas moradas y capirotes blancos, recorren las calles al son de los tambores y cornetas, transportando la imagen de Jesús en la Última Cena.
Esta tradición ancestral es un verdadero ejemplo de fervor religioso y una oportunidad para vivir de cerca la Pasión de Cristo. La Cofradía Sagrada Cena de Málaga es sin duda un tesoro cultural y espiritual que merece ser preservado y admirado por generaciones venideras.
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